Atrapados en el laberinto corporativo: Síndrome de Estocolmo en acción | Anka Budau | diciembre 2022

¿Qué es el Síndrome de Estocolmo?

El síndrome de Estocolmo, llamado así por un robo a un banco en Estocolmo en el que los rehenes desarrollaron sentimientos positivos hacia sus captores, es un fenómeno psicológico en el que una persona comienza a identificarse con su opresor e incluso a apoyarlo.

En el mundo corporativo, esto puede manifestarse en empleados que se sienten atrapados en sus trabajos y comienzan a apoyar y proteger los mismos sistemas y mecanismos que contribuyen a su infelicidad.

En el lugar de trabajo, el síndrome de Estocolmo puede manifestarse de diversas formas. Por ejemplo, un empleado puede desarrollar un sentido de lealtad hacia su empresa incluso si los empleadores lo maltratan o lo subestiman. Pueden sentirse responsables del éxito de la empresa y ser reacios a hablar en contra de prácticas o políticas poco éticas.

Contenido del Articulo

La dinámica del entorno corporativo puede contribuir al desarrollo del síndrome de Estocolmo en los empleados de varias maneras.

Primero, muchos ambientes corporativos están diseñados de tal manera que los empleados sienten que no tienen control. Esto puede conducir a sentimientos de impotencia y vulnerabilidad, lo que puede desencadenar el desarrollo del Síndrome de Estocolmo.

En segundo lugar, la necesidad de adaptarse y encajar en el entorno corporativo puede hacer que los empleados sientan que no tienen más remedio que aceptar las demandas y expectativas de sus superiores. Esto puede generar sentimientos de aislamiento y miedo a las represalias, lo que también puede contribuir al desarrollo de este síndrome.

En tercer lugar, los altos niveles de competencia y estrés en muchos entornos corporativos pueden hacer que los empleados se sientan amenazados e intimidados. Esto puede generar un deseo de agradar y obtener la aprobación de los superiores, lo que puede contribuir aún más al desarrollo del Síndrome de Estocolmo.

¿Qué pasa con el área de UX?

Foto de Harpal Singh en Unsplash

La industria de UX es particularmente propensa a este síndrome, ya que a menudo se espera que los profesionales de UX trabajen muchas horas y cumplan con plazos ajustados.

También pueden verse enfrentados a la necesidad de priorizar las necesidades de la empresa sobre las necesidades del usuario. En estas situaciones, los profesionales de UX pueden sacrificar su propio bienestar para complacer a sus jefes y mantener sus trabajos.

Un ejemplo del Síndrome de Estocolmo en UX es cuando un profesional de UX permanece en un ambiente de trabajo tóxico porque cree que irse sería demasiado arriesgado o disruptivo para su carrera.

Como otro ejemplo, un profesional de UX podría tener la tarea de diseñar un sitio web o una aplicación que aliente a los usuarios a realizar compras frecuentes, incluso si no pueden pagarlo o realmente no quieren o necesitan los productos que se venden.

En esta situación, el profesional de UX puede verse atrapado como si no tuviera más remedio que apoyar y defender los objetivos de la empresa, aunque vaya en contra de su propia brújula moral.

Esto puede llevar al agotamiento, ya que un profesional de UX puede tener problemas con la brecha entre sus valores personales y las exigencias de su trabajo.

Un último ejemplo: se le puede pedir a un profesional de UX que diseñe una plataforma de redes sociales que sea adictiva y mantenga a los usuarios interesados ​​durante un largo período de tiempo. Si bien esto puede ser bueno para los resultados de la empresa, puede tener consecuencias negativas para los usuarios, como reducir su capacidad de concentración o aumentar su ansiedad y depresión.

En esta situación, el profesional de UX puede sentirse leal a la empresa y mostrarse reacio a denunciar los efectos nocivos del producto sobre los usuarios.

Para evitar ser víctima del Síndrome de Estocolmo en su trabajo, los profesionales de UX deben ser conscientes de los riesgos potenciales y tomar medidas para protegerse.

Esto puede incluir establecer límites y priorizar el cuidado personal, como tomar descansos, practicar la atención plena y buscar el apoyo de amigos y colegas. También es importante que los profesionales de UX reconozcan cuándo su entorno de trabajo es tóxico y consideren buscar un nuevo trabajo si es necesario.

Los efectos negativos del Síndrome de Estocolmo en los profesionales de UX pueden incluir agotamiento, mala salud mental e insatisfacción laboral. Estos efectos pueden eventualmente afectar la calidad del trabajo y la experiencia del usuario, lo que genera consecuencias negativas tanto para la empresa como para el usuario.

Foto de Matthew Osborne en Unsplash

Es importante recordar que no es el único que se siente atrapado en el laberinto empresarial.

Muchas personas experimentan el Síndrome de Estocolmo en el trabajo, y hay recursos y apoyo disponibles para ayudarlo a liberarse y tener éxito en su carrera. No permita que el laberinto corporativo gobierne su vida y su carrera: tómelo con sus propias manos y realice cambios positivos para usted.

¿Qué piensas sobre esto? Házmelo saber en los comentarios; ¡Me gustaría leerlo!

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