Muchos diseñadores creen que siempre debes etiquetar tus íconos para que los usuarios sepan lo que significan. Este consejo parece razonable, pero no siempre óptimo. Hay ocasiones en las que es mejor no etiquetarlos y dejar que los usuarios sepan qué significan los íconos. Una vez que los entiendan, podrán utilizar la interfaz más rápido que antes.
El estudio encontró que los usuarios buscaban significativamente más rápido cuando los elementos usaban íconos en lugar de etiquetas de texto. La razón por la que esto es posible es porque el reconocimiento de íconos resulta en búsquedas visuales más rápidas que la lectura de atajos. La diferencia en el tiempo de búsqueda aumenta con la cantidad de elementos en la pantalla.
El tiempo de respuesta para un conjunto de quince elementos fue el doble al buscar texto que al buscar íconos. Cuantas más etiquetas haya juntas, más usuarios necesitarán leer y procesar esa cantidad de caracteres. Con solo iconos, pueden encontrar su elemento de destino simplemente a través del reconocimiento visual. El reconocimiento visual se produce de un vistazo, mientras que la lectura requiere más procesamiento cognitivo.
Sin embargo, el reconocimiento visual es inútil si los usuarios no saben qué significan los iconos. Primero necesitan aprender el lenguaje de los iconos antes de poder beneficiarse de la velocidad del reconocimiento visual. Por lo tanto, existe una curva de aprendizaje inicial cuando se usa un enfoque de solo íconos. Pero después de pasar por la curva de aprendizaje, la velocidad de búsqueda del usuario se vuelve más rápida e intuitiva.
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